Sunday, December 21, 2008

21 Dias en Africa

A tres semanas de mi llegada a África, les escribo desde un hotel 4 estrellas… de verdad necesitaba agua caliente y un colchón por una noche… aquí la gente solo usa colchonetas… pero que no panda el cúnico! Esto estaba presupuestado!

Estos días han sido de muchísima reflexión y silencios. He invertido muchísimo tiempo en procesar las injusticias y a menudo me encuentro con un nudo en la garganta por las cosas que veo. Por otra parte, sigo feliz de estar acá, para eso vine: para ver, sentir, procesar y luchar contra las injusticias. Sin embargo tengo que administrarme muy bien, cada día es una aventura.

El centro de la ciudad de Nairobi fue mucho más lindo de lo que esperaba. Es una ciudad limpia, con reglas estrictas que la gente cumple y por fin vi algunos semáforos!. Es triste ver que una capital del quinto mundo esté más limpia que Caracas, y además ver que la gente sí respeta las normas. ¿Qué C•”$%&// fue lo que hicimos tan mal para dejar caer a nuestra Caracas en semejante desidia e inmundicia?. Por el centro de Nairobi se puede caminar tranquilamente y no hay malos olores. Vaya usted a caminar por el centro de Caracas. Además los supermercados de Nairobi tienen más cosas que los de Caracas: conseguí queso crema, mi cereal favorito y yogures de todos los sabores y colores. Por cierto, si quieres encontrar a toda la gente blanca de Kenia (mzungus) solo tienes que ir a un supermercado… todos tenemos el chip consumista implantado en el cerebro.


Bueno, a lo que iba. Llegué al distrito de Kajiado el 2 de diciembre en la tarde. Pasé por 2 grandes aldeas, extremadamente polvorientas y caóticas: Rongai y Kiserian. Los pueblos aquí son todos iguales: tienen unas extrañas farmacias, extraños abastos (que ellos llaman “supermercados” pero nada más alejado de la realidad), como 3 cybers (en los que la velocidad de internet es como para arrancarse los pelos de la desesperación), un mercado popular de tarantines (en los que se venden legumbres frescas llenas de hepatitis A, ropa y zapatos usados, etc). La primera vez que fui a uno de estos pueblos, estaba tan asustada como si estuviera en un mercado en Petare o en el Cementerio. La segunda vez, seguí asustada. Ya comprendí que voy a estar asustada cada vez que vaya y esto se debe a mi color de piel. Llamo demasiado al atención, no hay forma de que deje de ser Mzungu.

Como quisiera ser un camaleón y cambiar mi color de piel a negra. Estoy sufriendo las consecuencias de un estereotipo basado en la raza. Para esta gente soy un billete andante de 100$. ¡Que difícil es lograr que me vean como alguien que vino a prestar ayuda, más que monetaria, humanitaria!. Aunque en el fondo sí, soy millonaria al lado de esta gente, pero yo solo quiero ser normal.

No ha habido ningún trato hostil, solamente demasiado pacífico, pero sospechosamente agradable y agobiante. Todo el mundo quiere algo del mzungu. Me toma mucho tiempo descifrar quiénes verdaderamente necesitan y quiénes no. Con los niños es diferente, porque todos en verdad necesitan algo y sus intereses son mucho más puros. Por donde camino no dejo de oír a los niños gritando “Mzungu Jaguar yú? Jaguar yú? Jaguar yú?” no creo que sepan qué significa porque cuando respondo “I´m fine thank you” ellos vuelven a preguntar. Esta es una escena tal cual de la película “el Jardinero Fiel” y créanme, en la realidad es totalmente así.

Pues bien, después de pasar estas aldeas, entré en la Gran Sabana (tal cual) y en medio de la nada encontré al orfanato, a 500mts está la casa donde vivo, que es de la directora del orfanato. Es una casa de campo, muy grande, con muchos cuartos, la mejor casa en la que he estado en toda Kenia. La directora del orfanato es viuda de un parlamentario (de ahí salió el dinero) y fue la que donó las tierras para el orfanato. Apenas llegué me preguntó si estaba casada y si quería casarme con su hijo mayor. Thanks, but no thanks. Todo parecía tan perfecto ese día, sobretodo porque en esta zona no hay mosquitos!...hasta que empecé a descubrir que esta señora tiene mucho que esconder y una vez que los voluntarios se van, va al orfanato y se lleva lo que los voluntarios hayan dejado en él que sea de valor. Por ejemplo, un voluntario compró un cd player para los chamos y ahora el reproductor está en el cuarto de una de sus hijas. Y la señora tiene dinero para comprarse un mercedes.

Todos los proyectos que me había planteado los he ido adaptando a esta situación, rediseñándolos en función de qué es lo que esta señora no les va a quitar a estos niños cuando yo me vaya. No crean que este caso es la excepción, Kenia está inundada en corrupción. Tengo que convivir con muchísima mano izquierda y respirar profundo, pero no pienso irme de aquí antes de tiempo, lo que tengo es que darle la vuelta a los proyectos y beneficiar únicamente a los niños.

EL ORFANATO
El orfanato es un sitio limpio y agradable con muchísimas áreas verdes… una cancha imaginaria de futbol, una de voleibol, un huerto de espinacas y maíz, un gallinero y alguna vacas. Casi se autogestiona solo.

Los chamos son 24, desde 2 años hasta 14. Son lo máximo! Los niños más agradecidos y educados del planeta. Se portan de lo mejor, ayudan en las tareas del hogar, van al colegio, son obedientes, nunca se quejan y nunca piden más de lo que se les da. Además se llevan de lo mejor entre sí, casi nunca pelean, se protegen y se cuidan unos a otros. Aun cuando no tienen nada, comparten sin ningún problema. Ahora están de vacaciones escolares, pero igual tienen muchas labores que hacer en el orfanato.

Aquí son felices. Felices desde la ignorancia de que existe un mundo ¿mejor?. Algunos parientes han venido a buscar a algunos para pasar la navidad, y ninguno se quiere ir, algunos se van llorando… y yo lloro con ellos sin que ellos lo sepan. Samuel, de 14 años, se escapa los 1ro de enero y camina como 20 km para volver al orfanato.

Por supuesto que tengo mis preferidos:
Jeremia (de 3 años), es un gordito (el único) y esto se debe a que es el primero de la fila a la hora de la comida, y le sirven lo mismo que a todos. Come con gusto!. Es un desastre… pero es demasiado cariñoso.
Kanini (de 6 años), es un malandro, el que peor se porta. Tiene la mejor carcajada que haya oído jamás. Se para durante horas frente al único microscópico espejo del orfanato, a ensayar poses y muecas de monstruo para asustar a los demás.
William (de 5 años), tiene problemas de crecimiento y la segunda mejor carcajada del planeta porque es hermano de Kanini. Se escapa del orfanato y corre como Carl Jhonson cada vez que me ve llegar para brincarme encima y ser el primero en saludarme.
Naserian (de 6 años), es la niña más dulce del universo. Tiene una cardiopatía congénita y necesita con urgencia 15.000$ para una operación. Estoy tratando de conseguir que una ONG australiana cubra los gastos operatorios y postoperatorios.
Njenga (de 10 años) es epiléptico y tiene retardo mental. Cuando llegó al orfanato no podía ni caminar. Ahora corre y se pasa todo el día jugando con una pelota. Hemos creado una conexión especial, y si he aprendido algo de kiswahili ha sido gracias a él.
Entre los grandes está Emmanuel de 14 (es la figura paterna de los niños, lo obedecen y respetan), Lucy de 13 (una niña en un cuerpo de mujer, incapaz de matar una mosca, es otra mamá para los chamos). Ambos son los niños más buenos que conozco. No quisiera que les pasara nada malo y perdieran esa bondad.

Todos vienen agachando la cabeza cada mañana, esperando que les ponga la mano en la cabeza, es el saludo Maasai. Mis días transcurren jugando futbol en las mañanas (la primera semana fue de terror, no podía distinguir cuáles negritos eran de mi equipo y cuáles eran del equipo contrario, así que pasaba la pelota al azar… creo que propicié varios autogoles)… luego recogemos vegetales del huerto, ayudo a preparar el almuerzo (siempre es arroz con algún vegetal, el que haya) y luego en las tardes hacemos varias actividades un poco más serias, enmarcadas dentro de mis proyectos, o vamos al bosque a buscar madera para la fogata. En el descanso todos quieren tocarme el pelo y peinarme, hasta los varones, jeje.

Simplemente llenan mi vida, los extraño cuando no los veo y ellos a mi. Por ellos estoy aquí.

El orfanato tiene dos cuidadoras, una excelente (Emily) y una no tan buena a la que no le interesa para nada cuidar niños, ni siquiera a su propia hija, pero es prima de la directora). El amor y los valores que Emily les da es su mayor factor protector.

PROYECTOS
1. Les entregué parte de las donaciones que todos me dieron e invierten bastante tiempo pintando y haciendo manualidades.
2. Tuve que comprarle zapatos a todos (sé que es solo darles y crear dependencia, pero esto es un estándar mínimo de humanidad, y estos chamos caminan 6 km todos los días). Diez de ellos no tenían ninguno y al resto se le salían los dedos por todas partes. Cuando me di cuenta
que la directora no pensaba comprarle zapatos y que era poco probable que después de 2 meses les quitaran los zapatos, fui y se los compré yo. Ni se sabían las tallas, tuve que marcarles el pie en una cartulina.
3. Inicié un proyecto de mantenimiento de las instalaciones, con la ayuda de ellos mismos. Que involucró la construcción de letreros para cada área del orfanato (los que habían eran de papel y a mano). Los chamos me ayudaron a hacerlos y a pegarlos y los cuidan muchísimo y además el proyecto involucra pintar unos murales (en eso estoy trabajando).
4. Los llevé de paseo a Nairobi, al orfanato de animales. Fue algo bastante simbólico y los chamos todavía hablan de eso.
5. He comenzado a “medir” y a estimular habilidades cognitivas con rompecabezas y otras actividades. Se han hecho adictos a los rompecabezas y estoy haciendo un campeonato de rompecabezas, lo cual los ha motivado muchísimo y ha entrenado en la actividad, esperando que mejoren sus habilidades motoras, perceptivas y cognitivas.
6. Les daré un poco de educación sexual a los mayorcitos pues no tienen ni idea del asunto. Un poco de prevención de ETS.
7. He diseñado un pequeño taller de higiene dental con el apoyo de colgate y las donaciones que me dieron.
8. Tengo que diseñar una campaña ambiental y de recolección de basura (todos los kenianos botan la basura donde les place (excepto en Nairobi, donde las multas son muy altas), y las cuidadoras también tiran la basura en el suelo, modelando eso en los niños. Si alguien quiere ayudar con imágenes y contenido para la presentacion en power point sería genial.
9. Había otro proyecto de comprarles un teclado para practicar las canciones de la iglesia, pero creo que la directora lo quiere para ella.

A pesar de esta situación de corrupción, hay muchísimas cosas que puedo hacer por ellos, además del amor y la atención que les brindo.

AHORA VAMOS CON LA COMIDA
La comida keniana es super variada: arroz con frijoles verdes, arroz con frijoles rojos, arroz con frijoles blancos, arroz con frijoles negros, arroz con frijoles marrones… con gran esmero en degustar el paladar… poniéndole extracto de carne, extracto de pollo, hueso de carne, hueso de pollo y eso sí, como 3 cucharadotas de grasa vegetal (si no tooooodo el mundo estaría en el hueso… aunque casi todos lo están).

Como verán, la comida es netamente de supervivencia, ni gusto tiene (aunque los Kenianos la disfrutan un montón, les encanta comer con las manos y raspar los desnutridos huesos… hasta los pudientes). En serio, he comenzado a ver a todo el mundo en forma de bistec, como el león de Madagascar. Gracias a Dios también presupuesté que cada cierto tiempo tendría que darme un gustazo con la comida. Ya me metí en “Carnivores restaurant” que está entre los 50 mejores restaurantes del mundo… probé el cocodrilo, la avestruz y otras cosas más… pero nada de jirafas, ni cebras.. están prohibidas… además son tan cuchis! (la verdad es que ya estaba llena, si no me hubiera mordido hasta mi propio brazo). Creo que he adelgazado un poquito, pero los voluntarios no adelgazan, la grasa vegetal que le ponen a las comidas más bien los hace engordar).

LOS SAFARIS
Como el chiste del maracucho con la nieve… empecé el safari al Maasai Mara tomándole foto a cuanta ramita y animal viera… Mirá la cebraaaaaaaa!!! Y 50 fotos a la cebra… al tercer día ya estaba gritando “quitá a la X•”$&/ cebra del camino o si no pasále por encima!!!!” creo que tres días fue suficiente. Son super extenuantes, imagínense estar todo el día andando sobre una carretera de granzón.

Lo que sí no dejó de impresionarme fue ver a los leones y a las cheetah tan cerca de mi, son demasiado espectaculares, elegantes e imponentes, demasiada adrenalina. El rey león se basó por completo en Kenia y en la sabana del Maasai Mara, todos los paisajes existen tal cual. Los pumbas existen y de verdad parecen de caricatura. El león es en serio el rey de la selva y hakuna matata literalmente significa “No hay problemas” en kiswahili, además es una filosofía de vida de los kenianos, esta gente no se estresa por nada (algo no tan positivo cuando tu vida y tu seguridad depende de estos individuos, jeje, es en serio, no evalúan bien los riesgos o se hacen los inocentes).

EL KISWAHILI
Pena! Pena es lo que doy!!!! No puedo diferenciar ninguna palabra, jeje… es como volver a la etapa del balbuceo. Para empezar: 6 se dice sita y 9 tisa… hay otras como kata, taka, akta… ni idea de qué va con qué, jeje. Ya descubrí que mi facilidad para los idiomas solo se aplica para las lenguas latinas y anglosajonas. That´s it!. Pero bueno, esperemos que para cuando me vaya, mi vocabulario haya incrementado por lo menos a 20 palabras. Hakuna matata no cuenta, es muy fácil.

LOS MAASAI
Fue super emocionante ir a una aldea Maasai y ver cómo viven. Hasta salí con una propuesta de matrimonio. Pero… thanks…but no thanks. Después de haber visto como viven… no creo que pueda dormir ahí ni una noche: el olor, las moscas, las casas sin ventanas…. Interesantísimo pero ni de broma. Materia vista!!!

EL SIDA
Hace falta ver para creer los estragos del sida en África, la imaginación no da para tanto. Cada aldea tiene al menos tres orfanatos… la mayoría son huérfanos del sida. Es un problema mayor, es parte de la cultura. Lo lamentable es que va a seguir siendo una epidemia. El problema es de creencias y actitudes, más que desinformación. Sí, en algún momento el problema era que los medicamentos no llegaban y que la gente estaba desinformada, pero les cuento que ojalá fuera eso.

En la actualidad, los medicamentos existen y la información también. El problema es otro. A pesar del bajísimo costo de los condones, la gente se resiste a usarlos (esto sucede en muchas partes), pero no solo eso, la gente se resiste a hacerse el examen del sida, aun habiendo sospechas importantes, pero no solo eso, una vez que se saben infectados, deciden permanecer callados y no decirles a sus parejas, y no solo eso, deciden seguir siendo promiscuos. Por supuesto que la cosa es una epidemia! Y va a seguir siendo!. Al decidir permanecer callados y “negar” el problema, no toman sus medicamentos y como consecuencia, se dan muchísimas mas muertes…

Hay otros aspectos culturales que potencian la epidemia como la poligamia, la circuncisión tanto masculina como femenina. Respiren profundo. ¿Cómo cuestionar esas prácticas ancestrales tan arraigadas en una cultura? Son demasiados vectores.

PROXIMOS VIAJES
Ahora me voy de visita a un campo de refugiados Kikuyu (esta fue la tribu víctima de la violencia postelectoral en diciembre del año pasado). Aunque supuestamente la situación de violencia está controlada, estas personas se niegan a volver a sus casas, por temor a represalias.

Los kikuyu son la tribu de mayor presencia en el país. Desde la independencia han gobernado al país. En el parlamento, su presencia mayoritaria había sido muy injusta con las otras tribus. Cuando el actual presidente kikuyu (“reelecto” en 2007) se robó las elecciones el año pasado, la gente arremetió contra los kikuyus de a pie, debido a que el odio ha estado gestándose por varios años. El cochino poder, como siempre.

Aparentemente, los kenianos, de trayectoria pacífica, han sabido resolver sus diferencias y aprender de sus errores, a raíz de la violencia del año pasado. Modificaron el porcentaje de posiciones en el parlamento que tenían los kikuyus, e incorporaron a otras tribus que no tenían ninguna presencia, para hacerlo más plural. Por los momentos la gente está más satisfecha y la victoria de Obama los ha hecho unirse más y los ha llenado de optimismo.

En estos días hubo algunas manifestaciones políticas solicitando que los parlamentarios paguen impuestos (los pobres sí pagan impuestos pero los parlamentarios no… que injusto). Hubo algunos detenidos porque manifestaron en zonas de seguridad, pero nada para alarmarse.

Pasaré las navidades en Mombasa, en la costa, una zona super turística con mucha presencia hindú y musulmana. Me voy con los voluntarios que ya son como familia, porque en verdad los Kenianos no son tan buenos anfitriones y son super cerrados. Por los momentos tengo más cosas en común con personas de Australia, USA, Canadá y Singapur. Luego recibiré el año en Lake Naivasha.

De todo corazón deseo que pasen una feliz navidad!!!! Solo les pido que hagan una limpieza de closet! No se llenen de peroles!!! Piensen que hay muchas cosas que traerían felicidad a un hogar pobre que ustedes ya no usan.

Valoren cada hallaca, cada comida… den gracias a Dios por nacer en el país que nacieron, con sus problemas y todo… y agradezcan la cena navideña en toda su variedad!!! Mis niñitos van a comer arroz con frijoles… como todos los 365 días del año.

FELIZ NAVIDAD!!! Y QUE EL 2009 LES TRAIGA MUCHAS BENDICIONES!!!!

Los quiero y extraño (todavía no tanto). Aquí estoy y aquí sigo!!!! Feliz de estar aquí!!!! Y mucho de esto se lo debo al apoyo que me han dado.

Raquel Ruiz Tognetti
21 de Diciembre de 2008

Tuesday, December 2, 2008

La llegada a Africa 02/Dic/08

La llegada a Kenya ha sido tal como imaginaba!!!! Fue como llegar al aeropuerto de Porlamar y trasladarme hacia El Valle de la Isla de Margarita. Las vías principales son demasiado estrechas como para ser llamadas “vías principales” y las calles están llenas de huecos, al mejor estilo venezolano. Hasta el momento no he visto ningún semáforo. Por otro lado, el clima es excelente: 20 grados centígrados sin humedad.

No se imaginan la alegría que sentí al llegar, poner los pies en el aeropuerto fue como certificar que los sueños sí pueden hacerse realidad. Lo que pensé en ese momento fue “no importa si me va bien o me va mal, si es lo que espero o no, he trabajado muy duro por esto y cumplirlo me llena más que cualquier cosa, estar aquí, con 5 maletas integras es ya un logro para mi”.


Lo que más me gusta de conocer por primera vez un país es su olor, y el olor de África es como imaginaba, una mezcla de desierto con raza negra.

A la salida de la aduana (que no me revisó nada a pesar de que llegué como con 20 maletas) me estaba esperando un chofer de la ONG y otro voluntario canadiense que es médico y que nunca antes había salido de Canadá. Me puso de buen humor saber que no era la persona en mayor estado de shock en ese momento.

La llegada a mi casa temporal (hasta que sea transferida al proyecto en Kajiado) estuvo llena de sorpresas. Atravesamos 2 alcabalas y entramos a una urbanización de casas que son parte de unas canchas de golf, lo cual creo que se lee en todas las culturas como que “pertenece a un alto nivel socioeconómico”, y así fue, aunque las casas parecen más bien como de clase media venezolana (los caminos y casas se parecen a los de Hotel Rwanda).

A mi llegada (sábado a las 11 de la noche) no había nadie esperándome, pero pronto arribó mi nueva familia, conformada por el papa (que trabaja coincidencialmente en Total de Kenya y con quien intercambié una agradable conversación petrolera), la mamá: Virginia, la propia negra imponente de 1.85 metros de estatura con un vestido y turbante muy elegante y un tremendo trasero. Hermosísima, haciéndole gala a su raza. 2 niñas: Ida, de 11 años y Elsy de 9 años. Ambas extremadamente maduras y centradas para su edad, según mi patrón de comparación.

La casa por dentro para mi fue un poco decepcionante, tenía otras expectativas por las señales de seguridad, el estado de los carros, etc… me pareció que encontraría un nivel de vida superior. Pero los muebles son como de los años 70 (ya he constatado que son así en varias casas, y esos son los que venden en la calle). Las cocinas parecen como las que conseguirías en un barrio o en un pueblo venezolando, solo son funcionales y nada orientadas a la estética, igual los muebles. Al mejor estilo venezolano, hay un pantalla plana en la sala y un reproductor de sonido y dvd, pero ningún adorno, solo algunas tallas de animales salvajes en madera. Lo mismo aplica para los cuartos, hasta ahora, el único lujo es la pantalla plana.

El único baño de la casa deja muchisimo que desear, en realidad me los esperaba así, pero no en la clase alta kenyana… de verdad quedé preocupada con el nivel de vida… no hay lavadoras ni en la clase alta, la poceta está rota… Si ese es el nivel de vida que un sueldo petrolero puede comprar, la diferencia con Venezuela es brutal, no solo por el poder adquisitivo, sino también porque si en realidad tienes mayor poder adquisitivo del que he visto hasta ahora, no hay realmente una oferta en el mercado, que permita que eleves tu nivel de vida. Creo que la gran diferencia entre la gente que tiene dinero y la que no es la cantidad que invierten en la educación, y en la posibilidad de asistir a la universidad, no tienen otra cosa en qué invertir, la gente no vive bien, no tienen comodidades ni lujos (aunque he descubierto que en la clase “alta” es frecuente encontrar a empleadas domésticas).

La mayor sorpresa hasta ahora es que la gente sí sabe dónde queda venezuela y las niñitas de la casa han visto como 500 novelas venezolanas y me recitaron todos los nombres posibles de los protagonistas: Carlos Eduardo, Ricardo, Pedro, Andrés Alfredo, Carmen Cecilia, Luisa Fernanda, Andreina, Esmeralda… no paraba de reírme. Cuando les dije que mi mama se llamaba Ana, mi papa Rafael y mi hermana Rebeca, casi les dio un infarto de la emoción.

No solo eso, sino también que la moda de Hannah Montana, Jonas Brothers, Rihana y Beyoncé, también ha llegado a África. Por Dios Santo! Alguien que apague a la Globalización!... ¿o mejor no?... lo que hace la tv por cable…

Bueno, bueno, la primera visión de día de Nairobi fue en el camino hacia la iglesia. Mi familia es evangélica y los domingos son literalmente invertidos en la Fiesta del señor. Estaba cansadísima pero por supuesto que no iba a rechazar la invitación. No se imaginan lo que sentí cuando entré en la iglesia! 500 personas vestidas de domingo, cantando (espectacularmente, no pierdan de vista la extraordinaria musicalidad de la raza negra) canciones religiosas con tremendo órgano y con un ritmo africano que esperaba que me pararía los pelos, pero no tanto como en realidad sucedió. Todo el mundo cantando y bailando, alabando al Señor y viendo a la extraña Muzungu (así llaman a cualquiera que no es negro y por-lo-tanto debe ser adinerado), o sea yo… En realidad esta muzunga lo que quería era llorar de la emoción… además de aprender instantáneamente a hablar en Kiswahili para cantar con ellos. Todos me miraban fijamente y esperaban de mi algún trato especial: una sonrisa, que los tocara, que les diera la mano, etc… De repente una niña de 2 años corrió hacia mi levantando los brazos y sonriendo para que la cargara y así inauguré mi viaje; todos los niños querían que los cargara y yo feliz de abrazarlos porque son demasiado bellos. Por todo esto, ya valió la pena venir!

El día de ayer finalmente conocí al resto del grupo de voluntarios que son tal cual imaginaba: 2 gringas (una de California que estudia psicología y otra de Boston que tiene como 45 años, está casada y tiene hijos grandes, es un personaje! y será mi compañera en Kajiado por 2 semanas), el canadiense que nunca había salido de su país, una australiana (a la pobre le perdieron las maletas…), una de Singapure, uno de Slovenia (vecino de mis tíos italianos y que también es fan de las novelas venezolanas… me recitó las frases más comunes de las novelas: Callate! Lo nuestro no puede ser Esteban Alejandro! Olvidame! Besame!... fan de Kassandra… no sé si se acuerdan pero esta novela marcó historia en la antigua Yugoslavia, la gente pagaba para que le contaran los capítulos más avanzados en la frontera con algún país vecino en que ésta iba más adelantada…. Me contó que hay un gentío que se llama Esmeralda después de la novela y que siempre espera ver a las Misses venezolanas).

Como dato curioso les cuento que tardé 3 días en sentarme a comer en familia, usar un cuchillo y un tenedor, y en ver una servilleta. Tuve que comer carne y arroz con cuchara, no sé qué tiene esta gente en contra del uso del tenedor!!!! La comida, en esencia es muy parecida a la venezolana… hasta encontré a la arepa africana, se llama “Ugali” pero cómo extraño al clight de te con limón y a las milanesas de mi mama!!!

Otro dato curioso es que los Kenianos han fortalecido su autoestima con la llegada de Obama a la presidencia de EU y ahora todos los niños quieren ser presidente!!.

El día de hoy tuve un tur por la ciudad de Nairobi y fui a un orfanato de animales. Ahora me transferirán a mi casa permanente en Kajiado, que queda a una hora y media de Nairobi. El fin de semana del 12 de diciembre es el día de la independencia de Kenya y como es fin largo, me voy de tur con los voluntarios a Masai Mara National Reserve, estoy muy emocionada por conocer a los Masai, aunque ya conocí a uno en la iglesia.

A menudo me encuentro sonriendo sin ninguna razón, aunque en el fondo es lo que uno obtiene cuando uno vive exactamente lo que quiere vivir. Estoy donde quiero estar!

Si vivo cosas buenas o cosas malas, todas están cargadas de la magia de aventurarse a lo desconocido.

Raquel Ruiz Tognetti
2 de Diciembre de 2008