Saturday, October 30, 2010

Cartas desde Africa / Letters from Africa

¡Lo prometido es deuda! Estoy comenzando a transformar en videos mis experiencias africanas.

Aquí va un video que resume mis aventuras en África, con las fotos que tomé y las cartas que escribí y mandé a Venezuela durante mi estadía. / A summary of my adventures in Africa. The pictures I took and the letters I wrote and sent to Venezuela during my stay.

Espero lo disfruten. Acá los links:

Video 1: Cartas desde Africa
Video 2: Kenya travels: refugees camp, Naivasha, Maasai Mara, Orphanages, African wedding, etc
Video 3: Nagolie Nkera Children's Home, Kenya Orphanage.

Thursday, January 14, 2010

Se Vende Un Pais Portatil

Escuchando la nueva canción de Rubencito desde mi excelente CD pirata “Cantares del Subdesarrollo”, la misma canción que dice “Se vende un país portátil… un lugar sin memoria donde ya nada sorprende, ni ver crimen indultado, o a un charlatán presidente… con héroes falsificados, ideales hipotecados y total mediocridad… que castiga al que es honrado… se vende un país portátil”… queda coincidencialmente ilustrado el encogimiento de brazos del venezolano y mi mente viaja simultáneamente por el desastre de país que nos hemos permitido tener, mientras mis preocupaciones se dividen entre la devaluación, el racionamiento de luz, la intervención de los bancos, el cierre de los centros comerciales, la falta de acceso a dólares, la peor navidad que hayamos tenido, la escasez de comida y artículos de todo tipo, la delincuencia desatada y pare de contar.

Llegué a Venezuela para pasar navidad, después de haberme ido hace un año a África como voluntaria de una ONG, en primer lugar porque creo profundamente en la cooperación social sin razas, nacionalidades ni credos, y en segundo lugar porque detesto que se me tilde de “oligarca” por el simple hecho de que mis abuelos y padres trabajaron duro por escapar de la pobreza y brindarme una educación y valores privilegiados, porque la verdad es que no tengo mayor riqueza que la que puedo construir con mis propias manos. La gente ha seguido mis aventuras durante todo este tiempo en aquel continente olvidado. Lo cierto es que después de llegar a Venezuela, las aventuras africanas han pasado a un segundo plano. La aventura esta en Venezuela, no en Kenia. Atrás quedó la emoción de ir a un safari salvaje o a un campo de refugiados.

No es que NO esté acostumbrada a los racionamientos de electricidad en Kenia, es que hasta los racionamientos de luz son más organizados y menos caóticos allá. Y además están mucho más justificados. En Kenia hay muy pocos ríos y lagos, es prácticamente un desierto, como pasear por Carora en el Edo. Lara, desde hace años son azotados por una sequía que ha mermado la producción agropecuaria. En Venezuela hay más ríos, lagos y recursos naturales, vivimos prácticamente en plena jungla amazónica, uno de los lugares con mayor pluviosidad del planeta.

Entonces lo que no puedo entender es cómo nos dicen que no tenemos luz “porque no ha llovido”. Sí, Compatriotas, es verdad que no ha llovido. Pero no tenemos luz porque nos dio flojera construir más represas, porque las únicas que hay, no fueron debidamente mantenidas, porque eran de la “Cuarta Republica”, de los cuarenta años de cúpulas podridas… y que aunque han pasado más de 10 años de Revolución “Bonita”, no nos ha dado la gana de construir más, de planificar y ejecutar mejor para adecuarnos al crecimiento poblacional y al calentamiento global y de brindarles el prometido “mar de la felicidad” a los venezolanos. Quizás con el fin oculto de tener una excusa futura para quitarle el suministro de energía a quien nos diera la gana, cuando nos diera la gana y como nos diera la gana.

Acabo de cumplir 30 años, estoy en mis años productivos dorados. Soy una licenciada con maestría y hablo inglés entre otros idiomas y, como el resto de mi generación, creo que ha llegado el penoso momento de admitir que ya tengo más contemporáneos afuera del país que adentro. Ya mis amigos están haciendo un tercer postgrado en el exterior, porque prefieren seguir devorando libros y pidiendo créditos estudiantiles, antes que volver al caos venezolano. A una de las pocas colegas que decidió hacer su vida en Venezuela, trabajar, casarse y tener hijos en el país: Ana Raimondi, le quitaron la vida a balazos unos criminales hace menos de un año. Fueron unos policías.

Mis viejos no están tan convencidos de irse, al fin y al cabo, el venezolano ha sido siempre más inmigrante que emigrante. Pero en mi generación, todo se ve clarito, nos guiamos bajo la nefasta máxima “el ultimo que apague la luz” (si es que va a haber luz que apagar). Nos graduamos en pleno Paro Nacional y en pleno florecimiento de la Quinta República.

Solo espero que la generación de las “Manos Blancas”, del Movimiento Estudiantil, quienes han demostrado tener mucho más compromiso con el país que los “treintones” de la actualidad, no se desanimen al salir al mundo real y no terminen “huyendo” de la realidad venezolana. Sé que no soy la más indicada para pedirles esto, pero ¡no se vayan por favor!

No se desanimen cuando no encuentren trabajo. No se desanimen cuando su salario apenas les deje sobrevivir; cuando no puedan comprar un inmueble propio; cuando sus propios ahorros se pierdan al ser intervenidos sus bancos por el Gobierno; cuando el hampa organizada secuestre a su esposa; cuando el Seniat les cierre su negocio sin entender bien las causas; cuando tengan un familiar enfermo y deban pasar 3 días en una camilla de la emergencia de la mejor clínica en la capital porque “no hay suficientes camas… pero tranquilo Bobby…tranquilo”.

Ya nosotros, los “treintones” nos desanimamos y nos fuimos, quedan algunos, claro está, pero es más fácil preocuparnos más por nuestro propio ombligo. ¡Qué pena! Pero es verdad. ¿Qué se supone que van a hacer los que quedan? Todos decimos “¡Venezuela Reacciona!” Pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? y ¿Para Qué? Y no me vengan ahora con que el plan es encender todos los electrodomésticos de nuestra casa al mismo tiempo para que el Plan de Racionamiento fracase. Tampoco me digan que porque como la gente protestó por Facebook, entonces el Gobierno arrugó. ¡Por favor! Desde hace rato que a los únicos que nos duele el país somos nosotros mismos. Si es que lo que nos duele es más nuestro país que nuestra propia comodidad.

Solo pienso que cuando el dólar estaba a 4,30Bs, mis padres tenían mi edad, tenían la mitad de mi educación universitaria, ganaban 4 veces más de lo que yo gano, la comida costaba 10 veces menos, los inmuebles 10 veces menos y pare de contar. Sin incluir que cuando uno trabajaba duro para tener algo, era mucho menos probable que lo terminaran utilizando los amigos de lo ajeno. Así que déjense de pantallas mis queridos gobernantes.

Si alguna vez el Gobierno utilizó la escusa de que los golpistas, imperialistas, oligarcas no lo dejaban gobernar, yo me pregunto ¿a quién le vamos a echar ahora la culpa de este desastre? ¿Huguito, ahora quiénes son los que no te dejan gobernar, si hace rato que este pueblo dejó de ser bravo y que nos bajamos los pantaloncitos, si tú te cobras y te das el vuelto en todas las facetas susceptibles de gobierno, si al único presidente de Venezuela que conocen todos y cada uno de los niños venezolanos es a Ti HUGUITO?. La Cuarta Republica no tenía moral, pero tenía más luces Hugo Rafael.

Los realmente oligarcas ya se fueron Huguito, quedan unos pocos. Los que tenían el <> se fueron también, o se están yendo, o están haciendo las maletas o van a cuanta charla de “viva en Australia” hay. Hay muchos que creen todavía en el país pero no saben qué hacer por él, y hay otros que prefieren pagar la matraca de 500Bsf por una revisión de vehículo para traspaso, porque les da fastidio cumplir con el procedimiento establecido: pararse a las 4:00am porque solo aceptan 80 carros al día para revisión en toda Caracas. Procedimiento que fue definido especialmente para no cubrir la demanda y para obligar a la gente a hacer una cola en su automóvil a las 3:30am en una de las ciudades más peligrosas del mundo con el fin indirecto de forzar a los usuarios a pagar la matraca. ¿Esa es la revolución que esta con el pueblo? Este bravo pueblo lo que no entiende es que mientras le paguemos los 500bsF a los matracadores, estaremos reforzando y alimentando el nefasto y abusivo procedimiento establecido por las autoridades de la Quinta, que al final termina ahorcando al pueblo, a aquel que no puede pagar los 500bsF de matraca o al honesto que se niega a hacerlo porque sabe que está mal.

Tenemos el país que nos merecemos. No tenemos derecho a quejarnos tanto si somos los primeros en comernos el semáforo, si manejamos por el hombrillo, pagamos matracas y sobornos, compramos CDs piratas, nos coleamos en la cola, manejamos borrachos, no nos inscribimos en el Registro Electoral, no asistimos a nuestras Juntas Comunales y de Condominio, orinamos en espacios públicos, botamos papeles en la calle y cualquier otra demostración de que llegamos tarde a la clase de ciudadanía y urbanidad, pero no a la de pájarobravismo.

Sigue sonando en el fondo la canción de Rubencito y lo único que tengo que decir es ¿Se vende un país portátil?... ¡se vende NO! ¡SE REGALA!.

Raquel Ruiz Tognetti.
14/01/10