Thursday, January 22, 2009

En Kenia, aqui me quedo

En los últimos días he vivido lo que nunca pensé que iba a vivir:

He profanado huertos de ricos para recoger tomates y limones para mis niñitos…
Le he robado los tomates chimbos a las vacas de la directora (porque no es justo que las vacas tengan mejor comida que mis niñitos)… lo que faltaba en mi cv… ahora robo tomates…
He comido con las manos, he saboreado el juguito que queda en el plato y he roído huesos de carne y de pollo como un huérfano más…
He madrugado para caminar por una hora y media hasta la escuela de mis chamos, después de tomar el mismo desayuno que ellos toman (cuando hay)... solo para darme cuenta de lo mucho que caminan y que el desayuno no los llena para nada...
He jugado a ser "el niño Jesús y los reyes magos"…
He cargado y alimentado a un bebe tan desnutrido que pensé que se me iba a morir en los brazos…
He comido puré de cambur con caraotas para el desayuno y el almuerzo del mismo día…
He dormido en ranchos de zinc sin electricidad ni agua y con menos de 10 grados centígrados…
He visitado comunidades maasai enteras yendo puerta por puerta a convencer a los padres que tienen que dejar ir a sus hijos a la escuela y que yo puedo pagar la inscripción (que cuesta menos de 10$ al año)…
He sido la única mujer en un matatus acompañada por 20 musulmanes (a quienes ya les perdí el miedo por un simple proceso de inundación antifóbica)…
He cargado alrededor de 200 niños…
He llorado hasta quedarme dormida…
He reído hasta que me duela la panza y quedarme dormida…
He empezado a amar las lentejas que tanto odiaba en Venezuela y ahora empiezo a pensar que mi día es mejor si hay lentejas para el almuerzo, hasta salivo como el perro de Pavlov…
Me he comido el pollo o la cabra que acabo de ver degollar.
He perdido el miedo a andar sola por las aldeas y pueblos (en contra de todo pronóstico)… (aunque el chip paranoico venezolano lo sigo teniendo)
He regalado la ropa que llevaba puesta…
He aprendido canciones enteras en kiswahili (por cierto ya comienzo a entender y a hablar algo)…
He comenzado a sentir que la comunidad es mi familia, ya no tanto los voluntarios y ya tengo algunos amigos locales negros de pura cepa.
He visto reflejado a mi país en tantas cosas como la fijación con las peluquerías, paisajes, chozas, ranchos, los buhoneros que se montan en el transporte público para ofrecer extraños productos que no pasan ningún control de calidad al estilo de “buenos días damas y caalleros… yo vengo aquí a pedirles unos bolivitas pal café que no empobrecen ni enriquecen a nadie”… y he terminado concluyendo que el inconsciente colectivo jungiano existe… no hay otra explicación más plausible…
He sido la invitada de honor en al menos 10 casas donde han decidido matar al único pollo, a la única cabra para hacerme una cena especial…
Estuve a 5 metros de 20 hipopótamos lista para correr en caso de que alguno saliera del agua…
Le he dado tetero a una jirafa bebé… he abrazado cheetahs…
He recogido mi maleta (con mi laptop adentro) del medio de la carretera porque el mecate que la aguantaba se rompió cuando el matatus aceleró a 80km/hora…

He visitado un campo de refugiados sin que el nudo en la garganta me permitiera hablar, he dejado una parte de mi allí y he llorado como un bebé en mi casa abrazando una almohada…
He visto mi evolución desde la primera vez que me monté en un matatu con 13 personas (capacidad máxima permitida 14 personas) con mi nariz de lo más parada y casi xenofóbica pensando que iba a estar muy apretada… hasta hoy en día, que viajo con 25 parados y 25 de pie (entren que caben 100), cargando a 3 muchachos que no son míos, cachete con cachete, con unas gallinas, unas cabras, 3 maasais, 4 musulmanes, 2 hindús, etc…
He estado en medio de una tormenta de arena…
He despertado en medio de la noche porque un negro de 2 metros está asomado en mi ventana susurrando que lo deje entrar y que quiere hablar conmigo (hasta ahora el evento más escalofriante)…
He jugado bajo la lluvia con mis niñitos (solo ha llovido una vez desde que llegué)…
Me he echado por horas a ver las estrellas con ellos (en África las estrellas brillan más)
He tenido que hablarle a los feligreses en mitad de la misa…
He hablado con el Ministro de la infancia (por fin el ser Mzungu ha traído beneficios)…
He explicado mil veces que en Venezuela la gente no pertenece por defecto a una tribu…Todo el mundo se la pasa preguntándome que de qué tribu soy… qué pregunta más compleja… Chávez estaría deleitado y se encadenaría por horas… hablaría de Maisanta, Zamora, la negra Tomasa, Bolívar, los oligarcas, etc…. Yo les echo todo el cuento de que soy mitad italiana con mitad venezolana (lo que implica la mezcla de españoles, indios, negros esclavos, etc…) y terminan viéndome como un extraño fenómeno de circo o como la prima de Shakira… en serio alguna gente me ha preguntado si soy latina… no porque hayan conocido a una latina en África sino porque dicen que me parezco a Shakira, jaja… por supuesto que el pelo sponge estilo africano ayuda…
He ido por error a un burdel africano…
Me he acostado satisfecha por pensar que mis huerfanitos comieron tanto con el banquete de carne, frutas, chocolates y refrescos que les di que los chiquitos se quedaron dormidos cual borrachitos sin terminar de comer y sin poder pararse de la silla.
He sido orinada por un mono guindando de un árbol…
Por poco atropello a una cebra en la carretera…
He deseado tener 20 brazos para abrazar a todos los niñitos al mismo tiempo y que no peleen por tocarme…
He descubierto que el mejor juguete que pude traer a África fue mi pelo largo que casi llega hasta la cintura… los chamos no se cansan de jugar con él.
Me he reído cuando los chamos me ven las venas en los brazos y piensan que tengo una Nyoka (culebra) dentro del cuerpo… nunca han visto venas y no tienen la más mínima idea de para qué existen.
He caminado por campos sembrados de maíz que no dan ningún fruto desde hace 2 años debido a la sequía, he visto el hambre y la desesperación en la cara de sus dueños… inolvidable la cara de una mujer con sida que tuvo que entregarnos a su hijo porque no ha cosechado nada y no tiene con qué alimentarlo y enviarlo al colegio. Actualmente estamos en ESTADO DE EMERGENCIA por la sequía y escasez de alimentos, la gente se está muriendo de hambre. Además hay huelga nacional de maestros públicos… las aulas están vacías…

Pero lo mejor de lo mejor de todo, es que he empezado a cambiar para siempre la vida de mis niñitos y he conocido al menos 4 personas inigualables, pobres pero capaces de quitarse el pan de la boca para darle de comer a mis chamos, pobres pero con más riqueza mental y espiritual que el 95% de las personas que conozco... He formado un equipo de trabajo con ellos: una maestra, un cura, una cuidadora y un abogado... Y hemos creado una junta directiva paralela al orfanato para asegurarnos que no le falta nada a los chamos... Amo mi vida, amo las aventuras de cada día y no le digo que no a nada!!!

Cuando llegué acá pensé que mi trabajo estaría limitado a los chamos y sus actividades diarias, pero cada día me asombro de las dimensiones que esta experiencia está tomando… paso todo el día ocupada, planificando, organizando y trabajando con distintos sectores de la comunidad. La gente confía en mí, me abre las puertas de sus hogares, se deja ayudar y la verdad es que n
ecesitan tanta ayuda. Es el mejor lugar en el planeta para mí. Estoy completamente realizada.

La verdad es que yo nací para esto, para rebelarme ante las órdenes y reglas injustas. Basta con solo ver un abuso o una injusticia para que se me dispare toda la irreverencia y el cuestionamiento que hay en mi, para tener la claridad de discernir la mejor vía de acción, sin miedos y con mucha determinación. A pesar de mi dieta tan desbalanceada, me despierto con una energía voraz, dispuesta a comerme el mundo, a sobrellevar cualquier obstáculo, a hacer los sueños de esta gente realidad y de esta forma hacer los míos también. Nada más por las cosas que he vivido en estas semanas, les puedo decir que toda esta experiencia africana ya VALIÓ LA PENA!

No puedo irme de aquí… no todavía… se supone que debería irme la próxima semana a otro país, pero eso no va a suceder. Me enamoré de mi trabajo, de la gente, de mis niñitos, del futuro que estoy soñando para ellos, de mi nuevo estilo de vida y de quien soy y lo que hago en estas tierras.

Ya sé que me advirtieron que esto iba a pasar, pero nunca pensé que después de tanto tiempo que llevaba sin sentir que pertenecía a ningún lugar y a ninguna gente, iba a comprometerme por completo con algo, e iba a encontrarle el sentido a tantas cosas de manera tan fácil.

Pronto les contaré de los nuevos proyectos con los chamos. A todos los que quieran ayudar, les cuento que voy a necesitar muuuuucha ayuda y que los proyectos son espectaculares y harán la diferencia en la calidad de vida de los chamos.

Aquí estoy y aquí me quedo!!!!!

Raquel Ruiz Tognetti

22 de Enero de 2009